- Plasmamos conocimientos, pensamientos o sentimientos con intención de que perduren en el tiempo (textos científicos y humanísticos; diarios, etc.).
- Creamos obras artísticas con un lenguaje estético: textos literarios (poesía, novela, teatro).
- Damos noticia de lo que ocurre en otros lugares (textos periodísticos).
- Ordenamos o determinamos las normas de convivencia nacionales o internacionales: textos jurídicos y administrativos.
- Nos relacionamos a través de cartas con familiares y amigos (intercambios epistolares), o establecemos relaciones comerciales mediante cartas o correos electrónicos.
- Ofrecemos o solicitamos algo: productos, trabajo, ayuda, etc.
CARACTERÍSTICAS DE LA EXPRESIÓN ESCRITA
El texto se escribe con la intención de que permanezca en el tiempo e incluso pueda ser leído por generaciones posteriores.
Como el emisor (el que escribe) y receptor (el que lee) no se comunican en el mismo momento ni en el mismo espacio, el escritor considera el texto, en su totalidad, como una unidad superior a la oración, con una intencionalidad comunicativa: la de enseñar, informar, divertir, legislar, etc., y realiza todo su trabajo pensando en este fin.
Quien escribe lo hace en soledad, por lo que la expresión escrita es reflexiva: el autor tiene la posibilidad de elaborar un esquema o borrador previo a la redacción que le ayude a organizar y estructurar sus ideas; puede, tras redactar el texto, releerlo, corregirlo y modificarlo tantas veces como quiera, hasta darle su forma definitiva.
La coherencia y la cohesión son propiedades básicas del texto escrito.
Un texto es coherente si:
- Todo lo que se dice en él tiene relación con el tema principal.
- Cada una de sus partes está al servicio de la totalidad teniendo en cuenta el tipo de texto que es (periodístico, jurídico, literario) y su situación comunicativa.
- Gramatical y semánticamente, es aceptable.
Un texto está cohesionado si sus partes están unidas y relacionadas entre sí mediante deixis o señalamientos espaciales, personales o temporales; alusiones; conectores, repeticiones, etc.
Al estar la expresión escrita muy pulida, muy trabajada, es difícil encontrar en ella variedades regionales o sociales que no hayan sido escritas a propósito y con una determinada finalidad, ya que lo habitual es utilizar una lengua neutra, común a todos los hablantes que se expresan en ese idioma.
Para facilitar la comprensión del contenido y su correcta entonación, el autor puede emplear distintos recursos:
Gráficos: distintos tipos, tamaños e incluso colores de letras; signos de puntuación, como comas, puntos y comas, puntos, paréntesis, comillas, guiones, etc.; fotografías, dibujos, croquis, símbolos, fórmulas técnicas o científicas, etc., que complementen el texto.
Tonales: admiraciones o interrogaciones.
Fónicos: onomatopeyas y aliteraciones (repeticiones de fonemas).
Morfosintácticos:
- Reduciendo la información a lo básico y relevante, evitando redundancias o repeticiones de información innecesarias.
- Creando una sintaxis compleja: por su extensión, por el tipo de oraciones que se emplean y por las relaciones que establecen entre sí.
Léxico-semánticos:
Finalmente, merece destacar una ventaja del lenguaje escrito, la de que el receptor puede elegir el tiempo y el orden de lectura del mensaje, puesto que éste ya se le presenta completo y cerrado en su totalidad.
FORMAS DE LA EXPRESIÓN ESCRITA
La expresión escrita puede adoptar numerosas formas; entre ellas, hay que destacar las siguientes:
- La descripción
- La narración
- El diálogo
- La argumentación
- La exposición
- La explicación
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