lunes, 30 de noviembre de 2009

COMPRENSIÓN DE LECTURA PARA 4° BÁSICO

EL AGUA DEL AGRIO
(Leyenda)

¿Qué te dice el titulo del texto?
¿Qué personajes podrían participar?

Cada tres años, durante los meses de marzo, abril y mayo, llegan desde Trapa – Trapa familias completas de pehuenches a las veranadas cordilleranas y allí se instalan en casuchas de ramas, para empezar la recolección de piñones.

Durante esos tres meses, son los niños quienes más disfrutan recogiendo piñones y, en pequeños grupos, se van internando por los bellos pajares del lugar.

Así ocurrió que, cierta vez y cierta mañana, entre risas y brincos, llegaron a la cima de todo de un cerro a cuyos pies vieron una ciudad maravillosa, distinta a la que ellos conocían: los rayos del sol hacían brillar las casas, de grandes cúpulas y escalinatas, y a sus oídos llegaban alegres voces de niños. Sin pensarlo dos veces, se deslizaron cerro abajo. Al entrar en la ciudad vieron que allí todo era oro. En las calles jugaban muchos niños quienes se le acercaron risueños. Hablaban en un idioma desconocido; iban desnudos, y al ver la ropa de los pehuenches les palpaban curiosos. De pronto, uno corrió hacia un anciano de largas barbas y largos cabellos; tomándolo de la mano lo llevó donde los otros rodeaban a los inesperados visitantes. Estos lo miraron asombrados: vestía un extraño y elegante ropaje adornado con perlas doradas.

(¿Cómo habrá recibido el anciano a los niños pehuenches?)

Erguido y majestuoso, los saludó amablemente y, para su felicidad, les habló en su propio idioma.

Al oír que los visitantes eran recolectores de piñones, ordenó a algunos de los suyos a traerlos.

Al poco rato volvieron con enormes piñones en una fuente de oro.

El mayor de los pehuenches, tartamudeando de asombro, preguntó si podía llevarse uno, pero no tenía dinero para pagarlo. El anciano le palmeó la cabeza:
- Lleven lo que quieran. Aquí no existe el dinero…

Mientras saboreaban la fruta, el gentil anciano les hablaba sobre la ciudad, donde no hace frío ni hace calor, donde llueve solo ciertos días, tan solo para mantener floridos y fértiles sus jardines y su valle.

Como la tarde comenzaba a caer, los pequeños pehuenches debían regresar donde los suyos. Pero, ¡qué no hubiesen dado por quedarse allí para siempre!

(¿Habrán decidido quedarse en la ciudad?)

El anciano les regaló la fuente de oro colmada de piñones y, junto con los demás niños, los acompañaron a las puertas de la ciudad. Si bien estos habían llegado a ella alegres, ahora retornaban callados y nostálgicos a sus casas de ramas. Allí contaron su aventura. Al ver los mayores la fuente de oro y los enormes piñones, quedaron pasmados. Uno de los ancianos recordó que siendo niño, había ido a contar de una ciudad fantástica, toda de oro, perdida en la cordillera. Aquí estaba la evidencia de que aquello era cierto.

A primera hora partieron las familias, llevando consigo la fuente de oro, guiado por los niños. También ellos querían conocer la ciudad maravillosa.

(¿Por qué querrían conocer los demás pehuenches la ciudad de oro?)

Pero, una vez en la cima del cerro tan solo pudieron ver un valle cubierto de niebla. ¡Ni rastros de la ciudad! Como estaban sedientos, siguieron caminando hasta llegar a una vertiente de aguas cristalinas. Una de las mujeres, la más débil anciana, quiso beber agua de la fuente de oro. Pero cuando se sumergió en las aguas, la fuente se convirtió en arcilla y, el agua clara, en amarga y blanquecina.

Desilusionados regresaron los pehuenches a sus ramadas, trayendo consigo la fuente de greda llena del agua amarga. Y dicen que aquellos que la bebieron no volvieron a vivir enfermedades y la primera anciana que bebió del agua, recuperó su juventud y su vigor de altiva mujer pehuenche.

Desde entonces son muchos quienes llegan a la zona en busca del “agua del agrio”, con la esperanza de que esta les devuelva la salud y el vigor perdido.

(Leyendas Chilenas)

¿En qué meses del año llegan los pehuenches desde Trapa – trapa?
¿Cómo vestía el anciano?
¿Por qué los niños jugaban en las veranadas?
¿Qué demuestra el anciano al regalarles los piñones a los niños?
¿Qué sucedió cuando los pehuenches vieron la fuente de oro y los piñones?
¿Para qué sirve el agua del agrio, según la leyenda?


EL PARTIDO DE FÚTBOL

(Verso)

¿Te gusta el fútbol? ¿Por qué?
¿Qué personaje podríamos encontrar?
¿En qué consistirá la historia?

Qué gran partido de fútbol
habrá entre el bosque y el mar.
Jugarán los animales
que mejor saben patear.

(¿Qué animales crees que sabrán patear bien?)

El Rojo, equipo del bosque
a Julio Ciempiés ha contratado.
Y no importa si está cojo
usa noventa pies bien calzados.

El Verde, equipo del mar
Busca al Pulpo Simón,
Para que juegue de arquero,
Y no le hagan ningún gol.
Todos se han puesto de acuerdo,
la tortuga va a arbitrar.
Tal vez es un poco lenta,
pero es justa y muy sagaz.
En la barra de los Rojos,
nerviosos comen maní
La Avestruz, el Elefante,
Dos Pulgas y un Colibrí.

En la barra de los Verdes,
Sardinas cantan a coro
y las Ballenas se ríen,
De los chistes de los Choros.

La Jirafa cabecea
hasta atrapar el balón,
Se lo quita una Langosta
Que leda un buen apretón.

¡Qué peleado está el partido!
¡Cómo patea el Ciempiés!
¡El Pulpo ataja que ataja!
Y la tortuga ni ve.

(¿Quién ganará el partido?)

Una Foca que pasaba,
al ver el balón se tentó.
Quiso mostrar sus piruetas
y un gol al arco metió.

- Es nulo – rebuzna el Burro - .
La foca no es jugador.
Dio tres patadas al aire,
¡Y el partido se empató!

El primero era una gran copa,
Pero nadie se acordó.

(María Luisa Silva, chilena)

¿Qué personajes aparecen en esta historia?
¿Cuáles eran los equipos?
¿Por qué Pulpo Simón Jugó como arquero?
¿Por qué eligieron a tortuga como árbitro?
¿Quién metió el primer gol?
¿Qué animal te gustaría ser? ¿Por qué?


LA CREACIÓN
(Leyendas Chilenas)

¿Cómo crees que se creó el Universo?
¿Cómo era el mundo en un principio? Descríbelo.
¿Quiénes fueron los primeros habitantes? ¿Cómo se vestían? ¿Qué comían?

La anciana machi gustaba rodearse de niños y los niños gustaban pasar largos ratos junto a ella, oyéndole narrar las bellas historias de su pueblo. Les enseñaba cuáles hierbas eras buenas y amigas del hombre, cuáles curaban sus enfermedades, cuáles servían para teñir sus ropas y cuáles eran comestibles.

Pero así también, cuáles eran dañinas y debían cuidarse de ellas. Les inculcaba el amor y el respeto a la naturaleza, Madres divina de todos los seres. Y los pequeños no dejaban de preguntar a la sabia anciana acerca de los árboles y los animales. Si alguno de ellos corría tras de una mariposa, la machi le advertía que, gracias a ella, nacían muchas plantas y flores. Y les hablaba de las vertientes y de los sapos que purifican las aguas.

Cierta vez le preguntaron de dónde salía el Sol, la Luna, las estrellas y los hombres.

La anciana, rodeada de su diminuta corte, se instaló entonces a la sombra de una vieja araucaria y allí les relató la historia de la Creación. Y esta es la historia de cómo nacieron todas las cosas que nos rodean, según la anciana machi.

- En el comienzo de los tiempos – hablaba con vos profunda mientras sus hermanos seguían el ritmo de sus palabras – nada existía en la Tierra, tan solo el vacío. Un espíritu poderoso habitaba en el aire, junto a otros, que le debían obediencia. De pronto, estos se rebelaron contra el Gran Poder.

(¿Quién habrá ganado la disputa?)

En castigo los convirtió en montañas y volcanes. Más, a aquellos que se arrepentían de veras los transformó en estrellas. Pero la tierra estaba triste y desolada y tanto gemía por ello, que el Gran Espíritu convirtió en hombre a su único hijo, enviándolo a la Tierra. La madre de este hijo sintió una pena inmensa y, para poder mirarlo, abrió en el cielo una ventanita y desde allí seguía sus pasos.

Pero viendo a su hijo tan solo, en esta fea Tierra, rogó al Padre que le diera una esposa. El Gran Espíritu cogió entonces una estrella; la convirtió en mujer y la envió a la Tierra para que acompañara al hombre. Y como ella tendría que caminar mucho aquí abajo hasta encontrar el lugar donde aquél se refugiaba triste y desolado, dispuso entonces que, a su paso, crecieran como una alfombra hierbas y flores a fin de que las piedras no lastimaran sus delicados pies. Ella jugaba con las flores que, al tocarlas, se convertían en aves y mariposas y la hierba, al alejarse de ella, enselvas exuberantes.

Cuando al fin se encontraron, siendo ambos muy bellos, sintieron que un inmenso amor los unía para siempre y la tierra ya no les pareció desolada.

Desde lo alto, el gran Padre los miraba desde una ventanilla redonda. Decidió entonces que habría un día y una noche. Él sería el Sol, que alumbraría el día, porque el día sería para trabajar. Y al disponer que la noche fuese para descansar, convirtió a la madre en Luna, para que velara su reposo junto a los buenos espíritus que son las estrellas.

Una vez terminada la historia, subió la machi a una loma; como la noche ya se iba extrayendo, los pequeños miraron embobados la Luna y los astros que iban apareciendo en el firmamento.

(Leyendas Chilenas)

¿Por qué a los niños les gustaba pasar tiempo con la machi?
¿Qué es el Gran Poder?
¿Quiénes se convirtieron en montañas y volcanes?
¿Por qué gracias a las mariposas nacían plantas y flores?
¿Cómo surgieron el Sol y la Luna?
Si pudieras hablar con un machi, ¿Qué le pedirías que te explicara?


Canción del jardinero


¿Te gustan las canciones?
¿Qué canciones conoces?
¿Sobre qué se puede escribir una canción?

Mírenme, soy feliz
Entre las hojas que cantan
Cuando atraviesa el jardín
El viento en monopatín.

Cuando voy a dormir
Cierro los ojos y sueño
Con el olor de un país
Florecido para mí.

Yo no soy un bailarín
Porque me gusta quedarme
Quieto en la tierra y sentir
Que mis pies tienen raíz.

Une vez estudié
En un librito de yuyo
Cosas que sólo yo sé
Y que nunca olvidaré.

Aprendí que una nuez
Es arrugada y viejita,
Pero que puede ofrecer
Mucha, mucha, mucha miel.

Del jardín soy duende fiel,
Cuando una flor está triste
La pinto con un pincel
Y le toco el cascabel.

Soy guardián y doctor
De una pandilla de flores
Que juegan al dominó
Y después les da la tos.

Por aquí anda Dios
Con regadera de lluvia
O disfrazado de sol
Asomado a su balcón.

Yo no soy un gran señor,
Pero en mi cielo de tierra
Cuido el tesoro mejor:
Mucho, mucho, mucho amor.

(María Elena Walsh, argentina)

¿Con qué sueña el jardinero?
¿Qué hace el jardinero cuando una flor está triste?
¿Cómo se siente el jardinero en su jardín? ¿Por qué?
¿Qué se necesita para ser jardinero?
Si tú fueras jardinero, ¿Cómo cuidarías tu jardín?

Fuente: Texto para el estudiante de 4° año Básico, Lenguaje y Comunicación, Santillana 2009.

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